La mayor parte de las ventanas se relizan en aluminio, el metal por excelencia en este sector. Sin embargo, los avances en la industria de la construcción y del diseño de interiores han permitido que otros materiales, como el PVC o la madera, puedan ser utilizados igualmente en la fabricación de ventanas.
En concreto, las Ventanas de Madera otorgan una atmósfera muy hogareña a la estancia en la que se instalan. Además, ofrecen una considerable ventaja respecto a aquellas hechas con aluminio: el aislamiento térmico de la madera supera considerablemente al de este metal. Si bien, el PVC es el que más aisla, su sostenibilidad no es equiparable a la alta respetabilidad medioambiental de la madera. Por lo tanto, entre aluminio, PVC y madera, optar por este último material puede ser la opción más adecuada, si se busca una estética rústica y artesanal y un buen aislamiento térmico y ecológico.
Ventanas a medida
La madera con la que se fabrican estas ventanas es laminada, es decir, ha sido cortada de tal modo que las fibras transcurren en paralelo, lo que permite aumentar su resistencia y evitar así posibles deformaciones. En cuanto al aislamiento, la madera resguarda la temperatura del interior hasta 15 veces más que un muro de hormigón; lo que posibilita conservar el calor en invierno y el frío, en verano. También, aparte de aislar los interiores de la temperatura externa, absorbe las ondas sonoras, con lo que es igualmente un buen aislante acústico. Por último, respecto a su eficiencia energética, la madera es un material renovable. Hoy día, gran parte de ésta se obtiene de bosques plantados exclusivamente para obtener madera que poder utilizar en la fabricación de mobiliarios, ventanas… e, incluso, en la industria papelera. En definitiva, cumple con las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Medioambientalmente sostenible
- En su proceso de remodelación, la madera no exige tanta energía como otros materiales a la hora de fabricar productos.
- Su propiedad de aislamiento térmico contribuye al ahorro energético (lo que también se refleja en la factura de la luz).
Viviendas pasivas con madera activa
El término vivienda pasiva es poco conocido por la mayor parte de los ciudadanos. Estos inmuebles son edificaciones eficientes que pueden reducir hasta un 90% el consumo energético de una casa convencional. Para ello, se construyen poniendo el foco de atención en:
- Aislamiento térmico
- Hemeticidad
- Supresión de puentes térmicos
- Ventanas y puertas
- Ventilación mecánica con recuperación de calor
La eliminación de los puentes térmicos es la supresión de los puntos débiles de la estructura de una vivienda: espacios por donde el calor del interior puede perderse. En cuanto al punto 5, la ventilación mecánica permite que, sin abrir las ventanas, se ventile el inmueble debidamente. El papel que juega la madera en todos estos puntos anteriores es esencial: la madera aisla la temperatura y el sonido, contribuye a sellar la vivienda de forma hermática, etc.
Tipos de ventanas de madera
No hay duda de las ventajas de las ventanas de madera. Después de explicar sus beneficios y funcionalidad, conviene saber qué tipos de ventanas de madera existen:
- Ventanas oscilobatientes: Son ventanas que incorporan, a la apertura más común, otra modalidad de apertura en vertical.
- Osciloparalelas: Son ventanas correderas que incluyen la posibilidad de abrir la ventana como la oscilobatiente, ligeramente inclinada para ventirlar.
- Correderes elevadoras: Suelen utilizarse para estancias como salones y accesos a jardines. Son grandes ventanales que alcanzan incluso los 3 m de alto.
- Plegables: Pueden deslizarse todas hacia un mismo lado, o deslizarlas hacia lados distintos. Cuando se deslizan forman un efecto acordeón.
- Pivotantes: Pueden ser hotizontales o verticales. En ambos casos, tiene un punto de giro en vertical o en horizontal que permite ventilar en más medida que las oscilobatientes.
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